Las cuatro cosas importantes que aprendi

Cuando empecé a practicar Yoga, me asombre por la capacidad sutil que tenia esta practica para trasladarme a un espacio de Calma y Felicidad desde la Presencia. Conforme fui profundizando comencé a maravillarme también por las asanas, y comenzaba a probarlas con curiosidad. Algunas eran accesibles y otras no tanto. Y el Yoga asana, junto con la danza,  el pranayama, la meditación y el trabajo energético fundamentarían mi indagación del día a día. Se aprenden muchas cosas. La mayoría no se expresan con palabras. Son experiencias, no conceptos.

El yoga es práctica, experiencia e indagación desde el coraje, la paciencia y el Amor.

Estas son algunas de las cosas que podría destacar, y compartir con vosotr@s de este aprendizaje:

  1. El Amor y la Paciencia, son elecciones, y se practican. Al igual que las asanas , y al igual que entrenas la mente y el cerebro, se fortalecen y se desarrollan desde lo sutil.

    Es una practica diaria desde la compasión. Me levanto cada dia y siento gratitud por vivir un dia más. Relativizo mis proyecciones mentales, mis miedos y las posibles sensaciones de ira o emociones que se han descubierto tras la noche. Medito, observo y disipo desde la aceptación del presente. El inconsciente revela lo que no quiere ser visto desde lo racional durante estos estados de ensueño (cuando te levantas y cuando vas a dormir).

    Intentar cultivar el amor incondicional, desde la indagación y aceptacion personal, hacia aquello que puede hacer daño, o ha hecho daño, es un practica constante. Utiliza la respiración como válvula que reanima y equilibra las emociones, como mecanismo que te hace liberarte de tus cargas, que puede que no sean tuyas. Sientete más liviana, y descansa en tu Ser.

    2. Comprender la anatomia es importante, pero más importante es comprender el cuerpo sutil y profundo, que es donde reside la Consciencia. Busca la sencillez, no la complejidad. Si ves el Yoga de una forma sencilla, será una practica sencilla para ti.

    Puede ser que en tu clase de yoga de vez en cuando escuches palabras anatomicas o discursos que hacen referencia a tu cuerpo y su movimiento en el contexto de la practica de asana. Algunas veces te puedes sorprender por la comprensión que tienen de la anatomia algunos profesores y como la describen.  Nos asombramos mientras que realizan el movimiento o los ajustes, las palabras técnicas, las abvertencias terapéuticas sobre posibilidad de lesiones, las indicaciones de «esto es bueno y esto no». A la mente le encantan todos esos conceptos. A casi todos nos enganchan porque atrae a la curiosidad.

    Esta información puede resultar interesante para la mente, y para «la intención», a la hora de ser más conscientes sobre nuestro cuerpo y para desarrollar el poder de la atención en sus partes. También esta información proviene de los numerosos avances en investigación de anatomia y fisiologia aplicada al yoga: esto tiene muchos beneficios y la reconocemos como un legado de muchos otros practicantes y maestros. Estos maestros han llegado a sus propias conclusiones y las han compartido con el mundo. En este punto, es necesario añadir, y recordar, que el conocimiento y la sabiduria viene a través de la capacidad de cada un@ de «preguntarse», de «ser curioso», o como decia Godfrey Devereaux de «el poder de la Conciencia como Indagación«. Descubrir en tu propio Ser, físico y energético.

    Como profesores, debemos darnos cuenta de que tanta información puede evitar o ralentizar que el propio alumno/practicante de yoga aprenda y sienta por si mismo. Lo ideal sería favorecer que cada persona indague desde su propiocepción y nociocepción que es lo que esta ocurriendo en su anatomía, profundizando así por sí misma , sin miedo y con curiosidad.

    A esto hay que añadir que existen muchos «mitos» o formas de creencia sobre la anatomia y sobre la flexibilidad. Por ejemplo, mitos sobre las caderas y su flexibilidad, con frases como » tener las caderas rigidas es malo». Numerosos anatomistas y profesores de yoga reconocidos como Tiffany Cruikshank, enseñan en sus formaciones que esto no es así, que esto es mucho más relativo, y no se puede generalizar. Bastantes atletas y deportistas tienen rigidez en sus caderas (y otras zonas) y esto no significa que sea «malo» a priori. Esta rigidez les sirve para darles estabilidad en la propia unión articular. Por ejemplo, en los corredores, la estabilidad en las caderas les permite evitarles dolor articular en la rodilla, que es más vulnerable si no tiene el soporte de la estabilidad de las caderas.

    Dicho esto, cuando estiremos o fortalezcamos en asana seremos más conscientes de qué estamos haciendo, siendo más comprensivos con nuestro propio cuerpo y de cómo se ha conformado a lo largo de los años, todo tiene su razón de ser.

    3. No te fijes en si puedes conseguir o no el asana o postura, céntrate en lo que la postura o asana «genera» en ti.

    Que un Asana parezca facil no significa que lo sea. El Yoga no tiene nada que ver con conseguir objetivos o premios de tu rendimiento y esfuerzo (eso es «ruido», fruto de la sociedad en la que vives en la que nuestra energia mental y física esta destinada a conseguir objetivos, rendir, y obtener unos beneficios directos – y fugaces-  de ese esfuerzo). Lo importante en cada asana es el aprendizaje que recibes de cada proceso, lo que ella te enseña a nivel mental, emocional, sutil y energético.  Si no eres consciente de esto, cuando ya la has «conseguido», puede ser que te hayas perdido muchas cosas en el camino si tu enfoque estaba en solo lograr la postura.

    4. Y aqui, la más importante: La base es siempre la respiración. No necesitas nada más.

    En cada practica, la respiración  (pranayama) se puede enfocar de muchas maneras, desde una forma sutil y natural (como en sukha pranayama), de forma activa pero sin ritmar las respiraciones, o practicas en las que se ritma y se cuenta cada respiración, como es el caso del ashtanga vinyasa, o en el Vinyasa Krama.  En mi aprendizaje a través del yoga dinamico 7, el ashtanga y el vinyasa yoga he comprendido que la base es muy sencilla: contemplar y maravillarte de que respiras. Al margen de que se ritme o no la respiración de forma consciente, se trata de tener amor y profundizad desde la compasión amorosa en cada respiración. Sonreir internamente a lo que estés haciendo,  sin sentirte en lucha aunque estés en intensidad, desde la entrega a cada tiempo que te pide vivir el organismo desde la oxigenación y la exhalación.  La respiración te indica siempre como estás, literalmente!. Si aprendemos a escucharla aprendemos a indagar en nuestro sistema nervioso, y conectamos con la oxigenación de nuestros tejidos y nuestras células.

 

 

Feliz indagación, yogis

Loka samasta sukhino bhavantu

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Amara

Amara Carvajal (AmaraYoga) es profesora de yoga y formadora de profesores. Actualmente ofrece clases regulares, formaciones y workshops de yoga a nivel nacional.