La liviandad del Ser
«Ser hermosa/o significa ser tu misma/o. No necesitas ser aceptada/o por otras/os. Necesitas ser aceptada/o por ti misma/o«
~ Thich Nhat Hanh
Si tiendes a tratar de cambiar a otras personas, tómate un tiempo para averiguar porqué sientes la necesidad de hacerlo.
Nuestra percepción de la humanidad y de la realidad en si es, en gran medida, parcial y dualista. Pintamos a las personas con un pincel amplio: algunas personas se parecen a nosotros, comparten nuestras opiniones, valores y actitudes, mientras que otros son diferentes. Aqui es entonces donde ocurre algo interesante; a menudo, nuestro compromiso con los valores que hemos elegido adoptar (conscientes e inconscientes) es tan fuerte que nos convencemos fácilmente de que nuestro camino es el correcto, y alzamos por todos los medios nuestro compromiso de «nuestra verdad» sobre todas las cosas.
Cada persona hace lo que está en su mano para hacer frente a los retos y desafios de la vida. Todos hacemos lo que podemos. Cada una/o tenemos en nuestra mochila multitud de experiencias y creencias que sustentan nuestra percepción del mundo. Y, quizás, podemos encontrar frustración en la relación con aquellas personas que ven el mundo desde un punto de vista diferente, con otros valores, percepciones y necesidades.
Esta es, sin duda, una de las facetas más complicadas de la interpretación de tu entorno, de tu realidad, de tus relaciones…y una de los aspectos más difíciles de la comunicación; escuchar -y relacionarse- , sin juzgar.
Sin embargo, por mucho que creamos que lo hacemos por el «bien» del otro, o por «el bien» de la causa (tu causa o convicción), deberíamos resistir la tentación de intentar cambiar a la persona, creyendo que mi verdad es la única verdad. Somos quienes somos en algún momento de nuestras vidas por una razón; ninguna persona puede decir con certeza cómo debería ser u actuar otra. Larealidad es que no sabemos nada. O…sabemos muy muy poco de la realidad (especialmente de la realidad «del otro»). ¿no crees?.
Las razones por las que tratamos de cambiarnos son numerosas, un compromiso con «la verdad» o el «bienestar», por ejercicio consciente/inconsciente de poder, por patrones adquiridos sociales y/o familiares, necesidad de dejar impronta o influenciar a otras personas.
Te recomendaría generar una práctica de autoobservación (no juicio), con compasión del proceso:
1. OBSERVA Cada vez que te das cuenta de que surgen pensamientos y emociones negativos, en lugar de ignorarlos o dejarlos de lado para más adelante, identifícalos, acéptalos y hónralos.
2. IDENTIFICA Y RECONOCE EN TI EL JUICIO los pensamientos exactos que lo están molestando. ¿Se juzgan a sí mismos, tienen malos recuerdos o se preocupan por los eventos futuros? Cualquier pensamiento que cause una enfermedad en usted, independientemente del pasado, presente o futuro es aplicable.
3. IDENTIFICA LA EMOCION ESPECIFICA. Identifica las emociones específicas que surgen en usted como resultado de dichos pensamientos. ¿Como se sienten? ¿Hay un endurecimiento en tu pecho? ¿Le da vueltas el estómago o hay una sensación punzante en la cabeza? Nuevamente, cualquier emoción que cause enfermedad es aplicable.
4. EXPLORA LA IMAGEN MENTAL/PATRON QUE HAS CREADO. Una vez que hayas identificado claramente el (los) pensamiento (es) y la (s) emoción (es), cierra los ojos y explora las imágenes que posteriormente crearán en tu mente ¿Los pensamientos y las emociones crean colores, formas y figuras? ¿Son abstractos o son formas definidas?
5. RESPIRA Y DEJA IR. Nuestra tendencia natural es reprimir estos pensamientos y emociones incómodas, a menudo diciéndonos que nos ocuparemos de ellos más tarde. No delegues el momento a otro lugar. Este es el momento. Abraza el momento y respíralo.
6. ABRAZA Y SOSTÉN TU EMOCION/PENSAMIENTO INCOMODO. En esta práctica imagínate sosteniendo la imagen (o la falta de ella) de la misma manera que una madre sostiene a un bebé. Imagine la imagen de su doloroso pensamiento y emoción envuelta en una cálida manta, junto al calor y al amor de su madre.
7. PENSAMIENTO/INTENCIÓN DE CUIDAR DE LA IMAGEN HASTA QUE ESTÉ PREPARADA A IRSE. Luego, mentalmente (o verbalmente) comunícate con tu imagen y promete comprenderla, cuidarla y mantenerla con compasión hasta que esté lista para funcionar e irse.
Al llevar nuestra atención a la imagen de nuestros pensamientos y emociones dolorosas, y al atenderlo con un corazón abierto, hacemos lo más natural que podemos: expresar amor. En lugar de aislar nuestros pensamientos y emociones incómodas y sus efectos desagradables, les mostramos un amor puro, completo e inclusivo. Es un amor que nunca antes habían conocido. Es la práctica del amor incondicional.
Amara
aceptación, meditacion, observacion