Fluir, la experiencia optima
¿Sabías que fluir es la experiencia optima?
Pero, ¿Qué es esto de fluir? ¿Es sencillamente dejarse llevar y no tener voluntad? ¿O es aprender a percibir y conectar de la manera más eficiente y gozosa al momento presente, sea cuales sean tus circunstancias?
¿Has pensado alguna vez que la felicidad no es algo que te «llega» o que alcanzas por medio de los objetos externos?
¿Te has planteado alguna vez que la verdadera felicidad o contentamiento se cultiva en la experiencia directa sobre el objeto que tienes delante? Puede ser una persona, puede ser una flor, puede ser sentir tus propias manos. Se trata de una experiencia optima que se cultiva en cualquier momento, lugar y circunstancia.
Las circunstancias no tienen que ser favorables para sentirte feliz, si permites esto seguirás arrastrada o dependiente del vaivén de la vida, cuya naturaleza es así.
Esta es la idea de una de las prácticas más antiguas que existen y que, ahora, desde la ciencia se ha podido «demostrar». Muchas veces, algo parece que no se «descubre» o no es verdad hasta que no se ha podido demostrar. Este es un ejemplo más de cómo nuestra cultura y de cómo nuestras mentes tienen la necesidad de reforzar o argumentar con autoridad las creencias con pruebas. De esta idea habla el maravilloso libro «Flow, the psicology of optimal experience» (Flow, la psicologia de la experiencia optima), de Mihaly Csikszentmihalyi, cuya lectura recomiendo porque hace accesible y sintetiza muchos conceptos esenciales.
Algo esencial de este concepto es que una vida plena -llamémosla «feliz» (tristemente se ha manipulado mucho la idea de qué es «ser feliz»)- no tiene que ver ni con lo que tienes, ni con tus logros. Una vida plena no tiene que ver para nada con lo que haces, tiene que ver con tu Percepción o, como yo suelo decir a mis alumn@s; con una fórmula de percepción. Tiene que ver con tu forma de ver la vida, los objetos que te rodean y la propia percepción de ti.
De hecho, todo debería comenzar por aprender sobre nuestro propio proceso de percepción. Debería comenzar comprendiendo qué es esto de nuestra consciencia y de cómo funciona. Porque sólo si comprendemos como se conforman los estados subjetivos de nuestra mente -y de nuestra propia percepción- sólo así podemos aprender a dirigirlos o «controlarlos» . De esta manera, sientes así que -de vez en cuando- tomas parte activa en TU PROPIA VIDA. Y es a través de esta dirección, cercanía o «control» de esa consciencia cuando una persona siente que hay momentos en la vida en los que ella dirige su propio destino y esta conectada plenamente con la vida.
Es por ello que cuando una persona está completamente inmersa en una tarea con todos sus sentidos, con un objetivo pero desapegada de sus resultados (sin esperar nada a cambio sobre ella) consigue sentir máxima plenitud en la experiencia. La persona está inmersa en el objeto de percepción, y es desde ahí donde la persona tiene la oportunidad de sobrepasar sus propios limites y abrirse a nuevos estados de percepción.
Amara